Dios preparó a Stephanie para capacitar maestros en Zambia a través de su legado familiar y las habilidades que le enseñaron sus padres.
Stephanie creció en un hogar que creía en el evangelio en Australia. Sin embargo, cuando era niña, dejó que la ira, la amargura y una actitud arrogante gobernaran su vida en lugar de vivir una vida entregada a Dios. A lo largo de su vida, Dios obró en su corazón y la preparó para enseñar en Zambia, incluso antes de que desarrollara una relación con Jesús.